8 M: Disculpe las molestias, estamos cambiando el mundo.

  Los movimientos feministas cada vez están más fuertes, las mujeres del mundo se están organizando para generar una revolución como ninguna; niñas, adolescentes, jóvenes y adultas mayores, todas reunidas con un solo propósito: denunciar la violencia contra el género, exigir su derecho a decidir sobre su vida. Porque si, tenemos que reconocer que nuestra sociedad está basada en valores que generan desigualdad, donde el discurso de igualdad es un cuento que para la realidad representa simples fantasías. El machismo es la principal causa de muerte de las mujeres, y si, a los hombres también los matan...pero de igual forma, muchas veces tiene que ver con el propio machismo.

Gracias a estas mujeres, que en plena catarsis están destruyendo todo, es que comienza la reflexión social profunda, al parecer si existe un problema serio, y como dicen los maestros del suspenso: el enemigo está en tu propia casa. ¿En casa de quién?

La molestia no son los monumentos destrozados, con la rabia que únicamente una madre que lleva años luchando por encerrar al asesino de su hija, en un sistema que la ignora y la amenaza, puede tener; ni las pintas hechas con la impotencia de aquellas violadas, traicionadas por personas “de confianza” y que hasta la fecha no han podido hablar de ello, o las acciones separatistas contra los hombres del coraje de sentir en todos los espacios de tu vida acoso de todo tipo, sin poder si quiera reclamar. No, la molestia no son los destrozos, la molestia es por incomodidad. Porque en el fondo sabemos que la casa es nuestra. Somos parte del problema, porque naturalizamos, callamos, romantizamos, educamos, normalizamos y reproducimos la cultura machista.

Las mujeres alzan la voz y juntas se hacen escuchar, no volverán a estar solas, no se van a callar nunca más. Disculpe las molestias que esto le ocasiona, si de ahora en adelante no le es permitido coquetearles a sus alumnas, o agarrarle la pierna a su empleada o amiga, si sus piropos ya no son bien recibidos, si le denuncian por agresión, o le llaman machistas después de algún chiste, comentario o acción común. Disculpe todos los vidrios rotos, monumentos rayados y edificios graffiteados. Disculpe todas las molestias que esto le ocasiona. Estamos en medio de una restructuración cultural y social.

El feminismo no está en contra de nadie, sino a favor de las igualdades. En un mundo ideal, esto jamás habría pasado y efectivamente el 8M sería una celebración a la mujer, pero bien sabemos que nuestra realidad es otra. Así que disculpes las molestias que le ocasiona y seguirá ocasionando pues como la consigna que se escuchó entre las miles de mujeres reunidas en el centro de Toluca: “Somos malas, podemos ser peores, y a quién no le guste: !Se jode!

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